De VIDA DEL NOTICIOSO JORG E SARGO
CAPÍTULO IX
Lo que sucedió a Jorge en el camino y cómo entró en la ciudad (Fragmento).
Ahora me acuerdo lo que oí decir a un anciano, hablando de los corrompidos vicios de los hombre, que si preguntaran hoy en día, qué quiere decir cristiano, había de responder:« Hombre que tiene dinero», porque está tan arraigado en los humanos corazones el vicio del dinero, que solo el que lo tiene es tratado como tal, mas el pobre de todo es espernible*, y para que lo veas, escucha.
Como siguiese mi camino para La Laguna y fuese al alcance de unos mozos de mula, para ir en su compañía conversando (que es alivio del cansancio de caminantes), y a ellos llegase, como cortés los saludé, mas ellos mirándome de pies a cabeza, sonriéndose, no me correspondieron, sino tocando de espuela dieron a vivas carreras, voceando las desvergüenzas que tales caminantes usan, mas yo, armándome de paciencia, no repliqué, sino con mi espacio llegué al puerto que llaman el Agua García, en donde estaban unos arrieros almorzando: llegué a ellos, y saludándolos me arrimé a un risquete a descansar, mirándolos con cuatro ojos por ver si me daban algún bocado, porque tenía ganillas de comer sin tener qué.
Ellos, aunque lo advertían, se hacían bobos, y engullendo como brutos, tiraban por su pescado frito, y trago de vino va y viene, sin darme un piensito siquiera, y yo haciéndome la boca al agua, pues para todos están francas sus corrientes, y bebí lo que necesité. Después que acabaron de almorzar, y doblasen sus servilletas, sacó uno unos ricos y costosos vestidos galoneados, y dijo los llevaba a vender a quien los quisiese. Yo, que estaba echando el ojo a lo que hacían, y me pareciesen buenos, me acerqué, y diciendo: «a ver, amigo», alzó la voz y dijo: «Retírese, hermano, no sucie con su porquería mis vestidos». Mas, con altivez, le dije: «Vamos despacio, que sé tener obligaciones para comprarlos, y por su hablada, solamente los compro ¿cuánto pide?».
*Espernible= delicado, débil.
De LOS VASCONAUTAS
CANTO PRIMERO
Aquellos que en un tiempo
Dieron a la Gaceta cuna y trono,
La fama a Daute, a Diego Pum el ruido,
Risa a las Gracias, llantos al encomo,
Balanza a Astrea, flechas a Cupido,
Razón al chiste y al buen gusto tono,
Ya cantan tristes el adiós y el viaje
Del genio que les dio fuego y coraje.
Cuéntanos, musa, dinos ¿cuál estrella
Del millón que ilumina el puro espacio,
Contra nosotros enemigo bella,
Serena el mar, no escucha mi querella,
Le abrevia a la Tertulia el cartapacio
Y conduce a la orilla ya resuelto
Bajel que vino y no debió haber vuelto?
«¡Miguel! ¡Ángel Miguel! ¿En esa altura
Te puso el rey Fernando y Tenerife
Para ser del azufre y nieve pura
Guarda, administrador o almojarife?
¿No ves que por las ondas se apresura
En busca de estas playas un esquife?
Pues allí hay Argonauta que desea
Robarse al vellocino y a Medea.
Bajo tu protección está Niveria
Suelta de la cadena al cancerbero
Y deja que su cólera nefaria
Perturbe al cielo, al aire; al mar entero;
Deja que los estragos de Canaria
Persigan en el golfo al marinero;
Y en premio de estas viles acechanzas,
Deja que asista a algunas contradanzas».
De LOS MESES
PRIMAVERA-MARZO
CANTO PRIMERO
Fatigada la tierra al fin del yugo,
En que el tirano invierno la ha tenido,
Por entre las ventiscas y las nieblas,
Sacudiendo la escarcha y el granizo,
Hacia el radiante padre de los meses,
Vuelve los tristes ojos, da un suspiro,
Y con voz ate-rida así le clama:
¡O fuente de la luz! ¿ donde te has ido?
Ven ya del Austro, ahuyenta las tinieblas
Que malparan mi faz: disipa el frío,
Pon silencio a los bravos Aquilones;
Y en mi aflicción mostrándote propicio,
Restitúyeme luego a los halagos
Del verano, mi esposo!!!…Esto le dijo.
El sol la escucha y con piadoso pecho
Al celeste Ecuador volviendo el tiro
De los cuatro caballos de su carro
Pone en fuga al Invierno, acalla el silvo
Del airado huracán, y llama pronto
Al vernal equinocio desde el Nilo….
CHULADA BURLESCA A LA PERDURABLE INTEMPERIE DE LA CIUDAD DE LA LAGUNA
(Fragmento)
INVIERNO
Con cuarteles de invierno
ya nos encierra,
por estar en campaña
mejor no fuera.
Que en lluvias tantas
el no descampar
nunca son las batallas.
Aquí, en invierno, todos
somos corteses,
pues a la entrada somos
arrastrapieces
y es por mirarnos
estatuas de Nabuco
con pies de barro.
Una Laguna forman
aguas celestes.
porque en ciudad tan llana
no son corrientes.
Y en este lago
conozco a mil sujetos
que están raneando
El los días de invierno
ni el Sol nos sale
porque a todos da el frío
con que alumbrarse.
Que aquí se nota
que hasta el sol tiene frío,
pues se encapota.
DE HISTORIA NATURAL DE LAS ISLAS CANARIAS
Almuñecar (Vitis Almuñecara): Especie de parra que produce una uva de granos grandes, blancos, aovados y de crecidos racimos: fruto de muy grato sabor, y muy aparente para pasas. Cultívase en Tenerife y parece que fue traída de Almuñecar, pueblo del reino de Granada, que en árabe quiere decir plaza donde se venden pasas ; a causa del comercio que parece que se hacía allí de las uvas pasas de esta casta de viña en tiempo de los árabes.
Alondra (Alauda): Pájaro pequeño de color pardo con collar negro, y de canto agradable. También se llama calandria en castellano y alouette en francés. Su particular distintivo es tener el dedo posterior más corto que su uña. Los historiadore s de nuestro primer conquistador, Juan de Bethencourt, celebran las alondras del Hierro (Cap.65). Se dice que la hembra hace al año tres crías de cuatro o cinco huevos.
Foncaliente (Fons Thermalis): Caldas o termas que fueron muy famosas, y visitadas de naturales y extranjeros en la isla de La Palma. Llamóse también la fuente santa, por la virtud medicinal de sus aguas, en cuyo baños hallaban remedio los dolientes de diversas enfermedades, particularmente los tocados por el mal venéreo: por lo que acudieron a ella de países remotos durante todo el siglo décimo sexto, no sin considerables ventajas del país, que apellidaban Indias de Foncaliente. El volcán que el 13 de Noviembre de 1646, reventó por sobre Tigalate, arruinó casi enteramente esta fuente tan salutífera. Su situación es hácia la punta meridional de la isla, en el territorio del lugar de Mazo, no léjos del mar; y acaso no sería difícil ni demasiado costoso, el apartar las la vas volcánicas que la encubren.
De HISTORIA DE CANARIAS
La famosa cuestión de San Borondón (Fragmentos)
El rumor de las apariciones de esta isla es sin duda posterior al descubrimiento y conquista de las Canarias, porque si los historiógrafos d e Béthencourt el Grande hubiesen adquirido noticia de ella, no es probable que se resolviesen a omitirla.
Pero es constante que, desde los principios del siglo XVI, ya la reputación de esta nueva tierra atormentaba el juicio de los naturales y extranjeros. Ya entonces, dice el portugués Luis Perdigón que el rey de Portugal había hecho merced de esta isla a su padre, si la descubriese; bien que, cuando se firmaron los artículos de la paz de Évora, 241 y la corona de Portugal cedió a la de Castilla su derecho a la conquista de las Canarias, se nombró entre ellas la Non Trubada o Encubierta. Ya desde entonces negarles a los habitantes de La Palma, Hierro y Gomera que lo que solían ver en ciertos tiempos del año hacia el Oesudoeste de La Palma y al Oesnoroeste d e El Hierro no era una tierra real y verdadera, sino una ilusión de la vista auxiliada de la imaginación preocupada, era darles la mortificación de negarles una cosa evidente, porque entre ellos siempre ha habido personas que saben distinguir entre la tierra y una acumulación de nubes; que observaron aquella aparición a una misma distancia, en el mismo sitio, de una misma magnitud y configuración; que tuvieron cuidado de dibujar la perspectiva en diferentes ocasiones y que, comparando los dibujos, han tenido la satisfacción de hallarla uniforme. En efecto, aquella tierra siempre se ha delineado corriendo Norte Sur, formando hacia el medio una considerable degollada o concavidad y elevándose por los lados en dos montañas muy eminentes, mayor la de la parte septentrional. Se ha juzgado que distará 40 leguas de la isla de La Palma, y que podrá tener 87 de largo y 28 de ancho. Véase aquí uno de los últimos dibujos de San Borondón, hecho en La Gomera, año de 1759, y la carta en que un religioso franciscano habla a un amigo suyo con el estilo sincero de quien no dice más que lo que cree…
Todas las mencionadas objecciones que oponen los críticos a la existencia de la isla de San Borondón todavía parecerían endebles, si no se hubiese salido por tantas veces en busca suya inútilmente. Tantas deberán ser las réplicas, cuantas han sido las expediciones; y tanto debe ir perdiendo aquella isla de su existencia, cuanto tiempo tardare en descubrirse. Decir o adivinar que está cubierta eternamente de nubes y que esta obscuridad impide el hallazgo es recurso infeliz, porque, como observa el ilustrísimo Feijoo: «¿Quién quita a las embarcaciones irse derechamente a esas nubes que la cubren? Y en caso que se finja ser aquellas nubes como las de la Georgia, que no permitan penetrarse, ¿cómo arribaron algunos marineros por casualidad (según se cuenta) a aquella isla? Más: en aquellos días clarísimos en que se divisa, fácil sería despachar prontamente un bajel, el cual, en este caso, no la perdería de vista». 307 Añado yo: ¿Cómo, desde la cumbre del elevado Pico de Tenerife (que comprehende más de setenta leguas al mar) o de sus faldas, jamás se ha divisado tal isla, ni clara ni nebulosa? A los que imaginan que la corriente del agua es allí tan extraordinaria y violenta, que desvía las embarcaciones, precisándolas a otro rumbo, les pregunta y arguye el mismo Feijoo: «¿Cómo arribaron los que por casualidad arribaron? O este grande ímpetu es a veces, o continuo; si a tiempos, fácilmente se pudo observar la coyuntura favorable para que arribasen las embarcaciones destinadas a este intento; si continuo, ningún bajel podría arribar jamás».
BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA.
- Historia de Canarias – José de Viera y Clavijo Ed. Goya Ediciones, 1982. Santa Cruz de Tenerife
- Biografía de Viera y Clavijo a Través de sus obras – Enrique Romeu Palazuelos Ed.ACT 1981 Santa
Cruz de Tenerife - La Tertulia de Nava – Enrique Romeu Palazuelos-Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna 1977
- Josephus Viera y Clavijo Presbyter Canariensis – Sebastián Hernández Gutiérrez Gobierno de Canarias/Ayuntamiento Los realejos. 2006
Para los textos, los citados en la bibliografía del autor.