Y siempre, siempre aquí, llevo esculpida
la extraña nota de misterios llena
¡formando parte de mi misma vida!
¡formando parte de mi misma pena!
Por eso cuando exhalo mi lamento,
o cuando pulso mi doliente lira,
hay dos ecos de amor en un acento
y dos suspiros si mi amor suspira.
¿Será el presagio de temprana muerte?
¿Será el sollozo de mi triste anhelo?
¿Será anatema de contraria suerte?
¿Será la voz que me reclama al Cielo?
Definirlo no sé, sólo comprendo
que mi existencia su misterio adora,
que me asombra esa voz que yo no entiendo
y el alma mía de tristeza llora.