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Pino Ojeda Quevedo (El Palmar de Teror, 1916 – Las Palmas de Gran Canaria, 2002) es una de las escritoras y artistas canarias de posguerra que alcanzaron mayor proyección internacional en los campos de la poesía y de la pintura. Viuda y madre de un hijo a los veintidós años, la trayectoria de Pino Ojeda se nutre del trabajo en múltiples disciplinas: pintora, escultora, ceramista, poeta, narradora breve, novelista, dramaturga y editora de reconocido prestigio, además de regentar una librería, su perfil polifacético se completa al convertirse en la primera mujer en Canarias en fundar y dirigir una galería de arte.
Pino Ojeda comienza a escribir poesía a partir de la trágica muerte de su marido en 1939, en el frente de batalla de Extremadura, durante la Guerra Civil Española. Este hecho vital origina una literatura intimista que transita los temas de la soledad, el desamor, el paso del tiempo, la muerte y la esperanza.
La trayectoria poética de la escritora grancanaria se inicia en 1940, en la revista tinerfeña Mensaje –dirigida por Pedro Pinto de la Rosa–, donde dio a conocer algunos de sus poemas. Además, esta revista publica su primer libro, Niebla de sueño, en 1947. Sin embargo, es en 1953, año en el que logra el Primer Accésit en el Premio Adonais con su poemario Como fruto en el árbol (publicado en 1954), cuando empieza a ser reconocida a nivel nacional, realizando lecturas y recitales en ciudades como Madrid y Barcelona, donde establece lazos de amistad con la pléyade de escritores españoles de posguerra.
En 1952 Pino Ojeda funda, desde Gran Canaria, la revista Alisio. Hojas de poesía, que ve la luz hasta 1955, y en la que publican autores destacadísimos de la época, como Juan Ramón Jiménez, Vicente Aleixandre, Carmen Conde, Gerardo Diego, Pedro Salinas, Gabriel Celaya, o el pintor e ilustrador Juan Ismael; todos ellos, amigos de la autora con los que mantiene correspondencia epistolar y colabora en lecturas y recitales en diferentes ciudades del territorio nacional.
En 1956, Pino Ojeda recibe el Premio Tomás Morales con La piedra sobre la colina, un poema dividido en doce estancias publicado en 1964. En 1987 aparece El alba en la espalda; y en 1993, El salmo del rocío, libro de poemas que obtuvo el Primer Premio Mundial de Poesía Mística, convocado por la Fundación Fernando Rielo, en 1991. Póstumamente se publica Árbol del espacio (2007), ilustrado por Plácido Fleitas y Juan Ismael.
Además, Pino Ojeda combinó su faceta literaria con la plástica. En el ámbito pictórico, la autora logró exponer su obra en países como Estados Unidos, Suiza, Suecia, Alemania, Francia e Italia, realizando exposiciones individuales y colectivas, itinerantes y permanentes, en museos y galerías, además de ser alabada por renombrados críticos de arte, que la consideran una de las precursoras del arte abstracto en Canarias.
Entre otras actividades y efemérides de su trayectoria en las artes plásticas, cabe destacar: en 1947 ingresa en la Escuela Luján Pérez, si bien ya habían transcurrido varios años desde que empezara a pintar. En 1955 expone por primera vez su obra pictórica en la 3ª. Bienal Hispanoamericana de Arte en Barcelona. Dos años más tarde, se celebra la primera exposición antológica de su obra pictórica en el Instituto de Estudios Hispánicos del Puerto de la Cruz, en Tenerife. En los años cincuenta, la pintora funda la Galería Arte en la Playa de Las Canteras, dedicada exclusivamente a la exposición y la venta de obras de numerosos artistas plásticos; y en 1959, exhibe su obra en la Biblioteca Nacional de París.
En 1960, accede a las Academias Municipales de Las Palmas, con el objetivo de perfeccionar su dibujo. En 1961, expone con el Grupo Espacio, siendo una de sus fundadoras. Al año siguiente, recibe el Primer Premio en el Certamen Nacional de Artes Plásticas por su obra Ciudad amurallada. En 1964 expone en Mallorca, en la Galería Grifé & Escoda, en cuyo catálogo Camilo José Cela presenta la obra de Pino Ojeda. Este mismo año, también expone en la Sala Club Pueblo, en Madrid. En 1965 destaca la exposición de la obra de Pino Ojeda en el Ateneo de Barcelona y en la Galería Syra. Al año siguiente, la pintora grancanaria recibe el Primer Premio de Pintura en la 12 Exposición Regional de Bellas Artes, por su obra Serenidad, en el Gabinete Literario de Las Palmas de Gran Canaria. En 1972, Pino Ojeda exhibe sus obras en la Galería St. Paul de Estocolmo, en Suecia. Al año siguiente, expone en la Galería Giorgi de Florencia, en Italia. Entre 1973 y 1975, realiza estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de Las Palmas de Gran Canaria, y comienza sus estudios de cerámica con el maestro Eduardo Andaluz.
En 1975, destaca su exposición en la Galería Margherita di Porto Potenza, en Italia. Un año más tarde, expone en la Galería Luciano Berti, en Berna, Suiza; y en 1977, lo hace en la Galería John W. Allen en Florida, Estados Unidos. Al año siguiente, expone en la Galería Hans Kramer de Friburgo, en Alemania. En 1980 se celebra su 2.ª Exposición Antológica, en la inauguración de la Galería Malteses de Las Palmas de Gran Canaria. Entre 1980 y 1983, su invalidez temporal sólo le permite trabajar en obras de pequeño formato, y en sus dibujos psíquicos y collages. En el año 2000, se realiza la 1.ª Exposición de “Pioneras del Arte Canario: Lola Massieu, Jane Millares, Pino Ojeda”, en el Casino de Las Palmas de Gran Canaria. En 2001, se celebra la 2.ª Exposición “Pioneras del Arte Canario”, en el Museo Municipal de Arucas.
La proyección y el alcance de la obra literaria de Pino Ojeda representa una paradoja: por un lado, goza de un gran prestigio a nivel nacional e internacional entre los críticos literarios: han escrito artículos y reseñas muy favorables el poeta, crítico y miembro de la Real Academia Sueca Artur Lundkvist, la escritora Carmen Conde o la crítica literaria y Premio Canarias de Literatura María Rosa Alonso, por citar sólo a algunos. Además, cuenta con una detallada biografía, realizada por el historiador Juan Francisco Santana Rodríguez, titulada Pino Ojeda: Pintora y poeta (2008), y con sendos apartados en las tesis doctorales presentadas por Cecilia Dreymüller (Universidad de Colonia, Alemania) y Blanca Hernández Quintana (Universidad Complutense de Madrid), tituladas, respectivamente, “Los labios de la luna: poesía escrita por mujeres en España, entre 1950 y 1990” (1996) y “Escritoras canarias del siglo XX” (2003).
Por otra parte, está incluida en diversas antologías, como por ejemplo, la realizada por Carmen Conde, Poesía Femenina Española Viviente, en 1954; la llevada a cabo por María Romano Colangeli en Italia, titulada Voci femminili della lirica spagnola del 900 (Voces femeninas de la lírica española del novecientos), en 1964; o la realizada por Louis Bourne en una edición bilingüe, Contemporary Poetry from the Canary Islands (selección e introducción de Sebastián de la Nuez Caballero) en 1992, entre otras.
Pino Ojeda ha sido traducida a los idiomas sueco, italiano, alemán, inglés y francés. Finalmente, cabe señalar que participó en revistas de proyección nacional e internacional, como Poesía Española (Madrid), Estafeta Literaria (Madrid), Revistart (Barcelona), Caracola (Málaga), Al-Motamid (Tetuán) o Profil Littéraire de la France (Bélgica, dirigida por Henri de Lescoët), por citar sólo algunas.
Sin embargo, la obra de Pino Ojeda está prácticamente descatalogada, los libros publicados se encuentran solamente en algunas bibliotecas y librerías de segunda mano; y la mayor parte de su obra literaria permanece inédita, conservada en la casa donde vivió su infancia en El Palmar de Teror (Gran Canaria). Entre estos libros inéditos, se halla una quincena de poemarios, entre los que destacan los siguientes títulos y distinciones: Sosegada querella (seleccionado para el premio Adonais de 1951), Los brotes nuevos (1952), Caleidoscopio del tedio (1952), La soledad y el tiempo (seleccionado para el premio Adonais de 1952), Sesenta poemas de amor y de fe (1954, poemas en prosa), Cuarenta poemas (1954), Trece palabras a Dios (1954), Desnuda como el ángel (1955, algunos de cuyos poemas fueron publicados en revistas), Ocho poemas. Semana de pasión (1959), Elegías (1964, algunas de ellas publicadas en revistas), Cancionero para José María Cossío (1978) y Pájaros del mismo plumaje (1979).
También se conserva inédita la novela Con el paraíso al fondo (seleccionada para el Premio Nadal en 1954), así como numerosos relatos, entre los que cabe citar: Rupícula y Tucán (1947), Lucky cada día hacía su guardia (1953), Dos perros desengañados (1953), Maspalomas (1954), El héroe o Diálogo de los tres niños en la Isla de San Pedro (1954).
Asimismo, es necesario resaltar que Pino Ojeda cultivó el género dramático, con una decena de obras que nunca llegaron a publicarse, entre las que destacan títulos como Morir sólo una vez (1950); El río no vuelve atrás (1951); El cuadro del niño dormido (1953); El hombre que se quedó en la guerra (1953) y El gran cobarde (1954).
Algunas de las distinciones más relevantes que ha recibido Pino Ojeda, por sus trayectorias literaria y pictórica, son las siguientes: en el año 2000 se le concede el título de Hija Adoptiva de la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria; y en 2001, es nombrada Hija Predilecta del Municipio de Teror. Asimismo, se le otorga el Can de Plata del Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria. Actualmente, Pino Ojeda cuenta con un busto de bronce, realizado por el escultor Teo Mesa, en el Auditorio de Teror; así como con una calle con su nombre en el municipio que la vio nacer.