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Orlando Hernández Martín (Agüimes, 1936 – Las Palmas de Gran Canaria, 1997), inicia sus colaboraciones periodísticas con el Diario de Las Palmas en 1956 y desde entonces su trayectoria periodística le acompañará durante toda su vida. Sus primeras creaciones dramatúrgicas fueron auto sacramentales y obras de tipología costumbrista. También fue significativo su protagonismo en la actividad teatral al crear y dirigir cuatro grupos de teatro aficionado: Agrupación Atlántida, por los años sesenta; Tagoror, por los años setenta; La Chalana, por los ochenta y, finalmente, El Henchidero, por los noventa.
Orlando Hernández Martín (Agüimes, 1936 – Las Palmas de Gran Canaria, 1997) estudió su primera enseñanza en la escuela de Agüimes y seguidamente ingresó en las Escuelas Profesionales Salesianas del Corazón de Jesús (Las Palmas de Gran Canaria), donde estudió la rama profesional de Artes Gráficas, al serle concedida una de las becas donadas por D. Alejandro Hidalgo Romero. Aquí dio sus primeros pasos como actor al formar parte del elenco teatral del colegio salesiano. Este organizaba cada año representaciones teatrales que se incluían en la programación de sus actividades culturales. Cuando terminó los estudios, vivió en la pensión que regentaba doña Juanita, una vecina de Agüimes, sita en la calle San Francisco, de Las Palmas de Gran Canaria, y comenzó a trabajar en la Imprenta Telde en 1955 y en la Imprenta Rexachs los dos años siguientes.
En 1956 inicia sus colaboraciones periodísticas con el Diario de Las Palmas y desde entonces su trayectoria periodística le acompañará durante toda su vida. Sus crónicas, artículos, reportajes y columnas aparecieron en todos los periódicos de Gran Canaria: Diario de Las Palmas, El Eco de Canarias, La Provincia y Canarias7. Sus textos abordaban la vida y obra de literatos y artistas, nacionales e internacionales, cuestiones culturales y sociales, el habla canaria, la historia de Canarias y sus festividades y folclore. En 1964 dirigió y presentó el programa radiofónico «Tardes poéticas», que se emitía los domingos en la emisora Radio Atlántico, para acercar la voz de los poetas al pueblo; asimismo en la misma emisora permanecieron en antena catorce años los programas costumbristas «Las aventuras de maestro Rafael» y «Cosas de Pepito el Árabe», a los que hay que añadir «Decires canarios», donde se explicaban los diferentes significados de las expresiones insulares. En 1982 se retomó el programa de radio «Cosas de Pepito el Árabe y maestro Rafaé» en Radio Cadena Española, antes Radio Atlántico, y en el que participaron como actores Ana María Peñate, José María Cassiano, Pepita Chirivella y el mismo autor. Ya en 1994, reaparecieron de nuevo los programas «Aventuras de maestro Rafaé» y «Decires canarios» en Onda Guanche Radio.
Sus colaboraciones con otros artistas canarios fueron una constante en su devenir creativo. Ya en mayo de 1956, con apenas 20 años, participó con la lectura de algunos poemas en el festival pictórico-musical en el Casino Juventud Unida, de Teror, en colaboración con la Agrupación Artística y Cultural de Educación Ateneo. En ese mismo año y con motivo de la celebración de la clausura de la exposición de pintura de José Gopar en Agaete, Orlando Hernández intervino con una charla sobre la creación pictórica del artista lanzaroteño. De esta fructífera relación, Gopar creó en 1967 el dibujo que aparecería en la portada de la edición de …Y llovió en Los Arbejales y en 1971 la de Prometeo y los hippies. Unos años más tarde diseñaría el vestuario para la representación del drama histórico El hechizado, que versa sobre el rey Carlos II.
Por los años sesenta, nuestro autor se traslada a la calle Santa María de la Cabeza, nº 10, 4º dcha., de la capital grancanaria, donde convive con sus sobrinos María Jesús y Antonio Carrasco Hernández, que comenzaban sus estudios de Magisterio. El autor agüimense se incorporará a los ambientes artísticos que en esos momentos protagonizaban la actividad cultural de la isla. Así, será miembro de las tertulias que Antonio Izquierdo, mecenas de artistas, acogía en su comercio ROIZ, sito en la calle Pelota. A ellas acudían Luis Doreste Silva, Sebastián Jiménez Sánchez, Víctor Doreste, Chano Sosa, Agustín Quevedo, Juan Sosa, quienes adoptaron como su principal misión la de homenajear públicamente, a través de la organización cultural Neotea, a los artistas canarios. De este modo, se dedicaron ofrendas florales a Pérez Galdós, Tomás Morales, Alonso Quesada, Pancho Guerra… Habría que añadir otro reducto de bohemia a finales de los años sesenta, el bar del Hotel Madrid, donde se reunían Orlando Hernández, Aquilino Saavedra, Leandro Perdomo, Óscar Falcón Ceballos, Néstor Álamo, Pedro Perdomo Acedo, Felo Monzón, Antonio Izquierdo, Juan José Laforet Hernández… Por estas fechas Orlando Hernández se comprará un piso en la calle Perdomo, n.º 23, de Las Palmas de Gran Canaria, que será su residencia habitual, sin prescindir de las visitas semanales a su pueblo natal.
A partir de 1970 se fragua la relación con Juan José Falcón Sanabria, de ella surge la creación conjunta del Poema Coral del Atlántico, que se estrenó en 1972 en el Teatro Pérez Galdós, con coreografía y ballet de Gelu Barbu, en un nuevo homenaje a Néstor de la Torre. El 24 y 25 de febrero de 1975 se interpretará de nuevo esta obra en el mismo coliseo, pero esta vez por el Coro de Cámara de la Radiotelevisión Finlandesa. En 1980 se grabó en disco por la Coral de Cámara de Pamplona, bajo la dirección de José Luis Eslava. Finalmente, el 25 de enero de 1983 esta misma coral ofreció la composición en el Teatro Real, de Madrid, y en el que Orlando Hernández recitó, con carácter previo a la actuación, los poemas escritos para la obra.
También formó parte de la agrupación cultural denominada La Tertulia Artística y Cultural Víctor Doreste, fundada en 1978. Esta entidad dinamizó la actividad cultural de la isla y entre sus objetivos se incluyeron: promocionar la literatura y el teatro costumbrista canario; instaurar recorridos históricos por Vegueta; crear una orquesta de cámara; realizar actuaciones en la prisión provincial y editar libros de escritores noveles.
Pero los artistas que más colaboraron con Orlando Hernández fueron Sergio Calvo y Carlos Morón. Sergio Calvo (pintor, urbanista y escenógrafo en varias obras de Claudio de la Torre) dirigió del dramaturgo agüimense: La ventana, en su estreno en el Pérez Galdós el 1 de abril de 1971, y sucesivamente Con los puños frente al sol (diseñó además la escenografía de esta obra), El encuentro, Zarandajas y El hechizado. En las presentaciones que se organizaron por las ediciones de su poemario A la fiera amada y otros poemas y de la obra teatral La promesa, fiesta en el pueblo, participaron, entre otros, Sergio Calvo y otro de sus amigos inquebrantables, el periodista y profesor Juan José Laforet, cronista oficial de la isla de Gran Canaria y de su capital.
Carlos Morón (pintor y escenógrafo) colaboró con Orlando Hernández desde los inicios dramatúrgicos de este en la creación de la escenografía de muchas de sus obras; comienza esa unión artística en 1962 con los decorados para el auto sacramental Como en un sueño, y sigue con la obra costumbrista El barbero de Temisas (1962), el drama rural Tierra de cuervos (1963), la sátira costumbrista …Y llovió en Los Arbejales (1965) y las obras vanguardistas Prometeo y los hippies (1970) y Teo juega al tenis con las galaxias (1974). Además, elaboró el dibujo para la portada del primer volumen de Decires canarios, editado en 1981.
La figura de Orlando Hernández como creador tuvo una especial relevancia en el Archipiélago. Su labor literaria fue prolífica y abarcó todos los géneros literarios: escribió más de veintiséis obras de teatro; al menos cuatro novelas y más de cuatro libros de poemas. También fue significativo su protagonismo en la actividad teatral al crear y dirigir cuatro grupos de teatro aficionado: Agrupación Atlántida, por los años sesenta; Tagoror, por los años setenta; La Chalana, por los ochenta y, finalmente, El Henchidero, por los noventa
Este compromiso con la sociedad canaria y con la cultura fue tal que participó en lo que se denominó «Operación Camello», cuya misión pretendía acercar culturalmente Canarias a la Península, entre cuyos proyectos se incluían: sembrar de canciones canarias las emisoras de radio; difundir la historia de Canarias y las obras de pintores y escritores del Archipiélago. «Operación Camello» se realizó por un grupo de jóvenes artistas: José González Villavicencio, Juan Ortega Medina, Sebastián Sosa Álamo, Francisco Luis Hernández Bordón, Antonio Carrasco Hernández, José Luis Morales Suárez, el camellero majorero Manuel Morales y Orlando Hernández. La caravana partió el 25 de marzo de 1967 desde Las Palmas de Gran Canaria hacia Madrid, llevaba cinco camellos y una escultura de la Virgen del Pino, cuyo destino era la catedral de la Almudena (Madrid). Nuestro autor escribió en el Diario de Las Palmas sus «Crónicas viajeras», dando testimonio de esta aventura por las tierras de la Península.
Su predisposición para ayudar a los creadores canarios fue encomiable y su afán por revalorizar el arte del Archipiélago, especialmente el de Gran Canaria, dan muestra de su valor humano e intelectual. Él denunciaba en sus textos periodísticos la injusticia y el olvido de tanto talento escamoteado o perdido; en sus textos literarios clamaba por la libertad individual y colectiva, sin imposiciones, libre de odio, donde el ser humano viviera en armonía con los otros y con su entorno.
Los inicios teatrales y el teatro costumbrista
Las primeras creaciones dramatúrgicas de Orlando Hernández fueron auto sacramentales y obras de tipología costumbrista. En 1956 se representó por primera vez su obra Hacia Belén, en la Cabalgata de Reyes que organizó la Asociación de Antiguos Alumnos bajo los auspicios del Colegio de Jesús Sacramentado. Desde entonces la Magna Cabalgata de Reyes consiste en la representación anual cada cinco de enero por las calles de Agüimes de la obra creada por el autor agüimense con la participación de cientos de vecinos de la localidad. En diciembre de 1961 la Casa de Galicia preparaba la cabalgata de Reyes en la capital grancanaria y le propuso a Orlando Hernández finalizar el desfile con una representación teatral alusiva a la celebración, así surgió el auto sacramental Como en un sueño. El 6 de enero de 1962 se estrenó en el Teatro Pérez Galdós con la participación del actor Nicolás Puga y varios grupos de teatro, entre ellos el Teatro Insular de Cámara y el teatro de Cámara de Agaete. De la escenografía se encargó el artista Carlos Morón.
En toda su obra costumbrista podemos destacar la sátira con la que el dramaturgo critica determinados comportamientos y valores morales de la sociedad canaria contemporánea; la ironía con la que los personajes interpretan la realidad que los oprime y la manifestación del habla canaria como expresión histórica de un espíritu colectivo que se sustenta en su actitud pasiva y en el carácter huidizo ante los problemas diarios que acucian a los personajes. Toda esta dramaturgia se desarrolla en espacios rurales de Gran Canaria, donde se trazan conflictos relevantes: el sufrimiento y trabajo duro del agricultor; el analfabetismo de los personajes; la corrupción política; el papel secundario que la sociedad le otorga a la mujer; los problemas y anhelos de la juventud; el impacto del turismo en la sociedad canaria.
El 13 de junio de 1962 representó en el Teatro Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria, con gran éxito, El barbero de Temisas, por el elenco teatral Agrupación Atlántida, y en abril de 1965 se escenificó en el mismo coliseo …Y llovió en Los Arbejales, con multitud de representaciones y amplio eco en la prensa de la isla. No volvió a subir a los escenarios nueva obras costumbristas hasta los años ochenta, en los que representó En mi pueblo mando yo, y, finalmente, ya en los noventa, añadió dos títulos más: La promesa, fiesta en el pueblo (1992) y La verbena de Maspalomas (1993).
El teatro poético rural
Paralelamente a la génesis de su obra costumbrista inició un teatro poético y vanguardista, muy diferente a lo que había construido anteriormente. Su teatro poético emerge con dos obras: Tierra de cuervos y La escandalosa. En ellas profundiza en los convencionalismos de una sociedad rural, arcaica y condenatoria. La influencia del teatro de García Lorca y Alejandro Casona irrumpe en esta dramaturgia.
Tierra de cuervos obtuvo en 1963 el primer premio del certamen que organizaba Radio Las Palmas y el Teatro Insular de Cámara, y se estrenó el 6 de julio de 1963 en el Teatro Pérez Galdós. La escandalosa se estrenó el 15 de marzo de 1966 en el Teatro Pérez Galdós, con la participación de la famosa trapecista grancanaria Pinito del Oro como actriz principal.
Del teatro comprometido al teatro del absurdo y la vanguardia
El contexto sociopolítico en el que se encuentra inmersa tanto Canarias como España y la búsqueda de una poética fuera de los cánones realistas condicionan una nueva dramaturgia.
Esta nueva corriente teatral se inicia con La ventana. Es un alegato contra el orden social y político que rige en España en esos momentos, la dictadura de Franco. Fue escrita en 1963, ganó el Premio Nacional de Teatro Pérez Galdós de la Casa de Colón de Las Palmas en el año 1968 y no se representó por primera vez hasta el 1 de abril de 1971 en el Teatro Pérez Galdós. Unos días más tarde, el 17 y el 18 de abril se recoge en la prensa de Las Palmas de Gran Canaria y de Madrid el inminente estreno en la capital de España, concretamente en el Teatro Club Pueblo, dentro de su ciclo «Teatro Difícil».
En 1964 crea Fantasía para tres y se estrenará en 1966 en el Salón-Teatro de Escaleritas. Esta pieza está muy próxima al cine de los hermanos Marx. Se desarrolla en un acto y se enmarca en el teatro del absurdo. Dialogan o intentan dialogar tres personajes (Amador, John y Suspiros) que encadenan una disparatada situación a través del juego humorístico con el lenguaje.
Dentro de estos mismos cánones, una nueva pieza vanguardista, Prometeo y los hippies, se estrenó el 16 de marzo de 1970 en el coliseo Pérez Galdós. La cultura hippy y el mito de Prometeo se combinan para ser testimonio de una revolución social en la que se acabe con la guerra, el consumismo y los nuevos dioses mercantilistas.
De la parábola al reportaje teatral
En esta misma línea de lucha ante los tiranos, la injusticia y la desigualdad escribe la parábola Con los puños frente al sol, que se estrenó el 21 de mayo de 1972 en el Pérez Galdós. Esta farsa trágica en dos tiempos, tal y como la subtituló el autor, parodia a tantos ineptos dictadores que han conseguido el trono para convertir sus apetencias irracionales en las vejaciones humanas más crueles, extendiendo sobre sus súbditos la desigualdad, la injusticia y la esclavitud.
Hernández introduce la expresión «reportaje teatral» para definir la renovación dramática que emprende en la década de los setenta. Influenciado ahora por el teatro de Unamuno (Fedra y El otro), el espacio escénico se esquematiza a la mínima presencia de objetos y lo dramático no reside en la acción, sino en la palabra. Así, nuestro autor concibe El encuentro y Zarandajas, en las que un único personaje emprende un monólogo —‘monodiálogo’, dirá Hernández— para «dialogar» consigo mismo y con otros interlocutores imaginarios. El encuentro se representó durante 1972 en Gran Canaria, Tenerife y Lanzarote para seguidamente subir al escenario del Pérez Galdós junto a Zarandajas los días 5, 6 y 7 de mayo de 1973.
Las representaciones nacionales
El actor Paco Acosta y el autor programaron una gira por la Península con las obras El encuentro y Zarandajas. La gira se inició el 31 de mayo de 1973 y finalizó el 7 de diciembre de 1973 en el Teatro Club Pueblo, en Madrid. Como colofón a la gira, recibe el premio de la crítica malagueña «Sol de Oro de España», que se entregó el 24 y 25 de mayo del año siguiente en el Teatro Pérez Galdós, tras el estreno de Teo juega al tenis con las galaxias. Bajo estos auspicios saldrán publicadas El encuentro y Zarandajas (1974) y Teo juega al tenis con las galaxias (1975) en la editorial nacional Escelicer.
El 14 de septiembre de 1974 estrena en el Pabellón Victoria, de Teror, un drama realista, Cigüeñas en los balcones. En ella se contrapone el amor de una pareja, forjado desde la libertad individual, frente al de un matrimonio caracterizado por una convivencia mezquina que se basa en viejas normas morales. De nuevo Orlando Hernández nos aturde con un teatro que ahonda en las frustraciones de una sociedad deshumanizada.
Por los años setenta y ochenta se incrementaron el número de representaciones de sus obras por España y Venezuela. Así, en 1976 se estrenó en Zamora La ventana por el Grupo Niebla y en mayo se escenificó en Albacete Teo juega al tenis con las galaxias. En 1978 subió al escenario Prometeo y los hippies, por el grupo del Círculo Mercantil de Arrecife, y durante el mes de octubre el dramaturgo viajó a Venezuela con motivo de la celebración de la Gran Gala de la Hispanidad-78, donde se representaron algunas de sus obras. No cesaron de reponerse piezas como Zarandajas, El encuentro, …Y llovió en Los Arbejales.
El teatro histórico
En 1980 descubrimos una nueva vertiente en su dramaturgia, por primera vez dramatiza un tema histórico: la figura del rey Carlos II. En El hechizado el autor se distancia del personaje histórico para poder indagar en la interioridad del hombre y encontrar su conflicto vital. Se estrenó el 20 de septiembre de 1980 en Teror, dentro de los actos programados en las fiestas de la Virgen del Pino.
La temática dispar de los años 80 y 90
A partir de 1983 Hernández vuelve a redirigir su trayectoria dramatúrgica hacia el costumbrismo. Nace En mi pueblo mando yo, que se estrena el 4 de junio de 1983 en el teatro del Colegio Salesianos de Las Palmas, por el grupo aficionado La Chalana.
Con una nueva propuesta metateatral aparece la farsa titulada Comedia del Carnaval y de la buena Fortuna. En ella nos propone, a modo de Calderón, que reflexionemos sobre qué vida es más auténtica: ¿la vivida fuera o dentro del teatro? Esta farsa se estrenó en el Teatro Pérez Galdós el 6 de marzo de 1986, por el mismo grupo teatral anterior y bajo la dirección del propio autor.
En la Semana Santa de 1992 se representó el auto …Y era el Hijo del Hombre por las calles de Agüimes. Fue un encargo que le hizo la Asociación de Antiguos Alumnos La Salle con el deseo de recuperar una tradición que había desaparecido en el municipio. El auto sacramental se construye sobre los sucesos ocurridos a Jesús, desde los milagros hasta su condena y crucifixión. Participaron más de cien personas, y como viene siendo habitual desde entonces, el pueblo de Agüimes es el protagonista colectivo de esta celebración.
En ese mismo año reaparece Hernández con un nuevo sainete, La verbena de Maspalomas, que rememora la conocida zarzuela La verbena de la Paloma. La pieza se escenificó durante el mes de junio en el Centro de Cultura de Maspalomas, con los decorados de dos artistas, el italiano Roberto Capello y el canario Juan González. Estructurada en dos actos, refleja los cambios sociológicos que se produjeron durante la década de los setenta del siglo pasado al transformarse las zonas agrarias de Maspalomas (sur de Gran Canaria) en zonas turísticas.
Finalmente, vieron la luz dos nuevos títulos ligados a la conquista de Canarias: Loa a Juan, publicado en 1994, poema dramático en el que se traza un recorrido histórico de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria desde su fundación como La Real de Las Palmas, y Ansite, elegía viva, cantata sobre la paz de Ansite, que se representó el 29 de abril de 1995 en los escenarios naturales de los Llanos de la Paz (Santa Lucía de Tirajana).
En 1960 inició su andadura en el género narrativo con la publicación de Sancocho, un conjunto de seis cuentos de tipología costumbrista. No hubo más publicaciones en este género literario hasta 1975, año en la que salió a la venta su primera novela, Catalina Park, editada por Plaza & Janés, con una primera tirada de ocho mil ejemplares. Se agotó enseguida y se sucedieron numerosas reediciones. La repercusión que tuvo en la prensa de Gran Canaria fue enorme si nos atenemos a las constantes alusiones a ella y a las entrevistas que le hicieron al autor.
Su segunda novela, Máscaras y tierra, se editó en enero de 1977 por Ediciones G. P., en su colección Libros Reno, y fue difundida por Plaza & Janés. Tuvo una tirada de cincuenta mil ejemplares que se distribuyó por España y América. La novela se enmarcaría, con matizaciones, dentro de la llamada novela del dictador y de la corriente estética del realismo mágico, subgéneros narrativos que están específicamente arraigados a la literatura latinoamericana, y con la influencia evidente de Tirano Banderas, de Valle-Inclán. La acción narrativa transcurre en las veinticuatro horas de un martes de Carnaval en un pueblo del sureste de Gran Canaria, donde el caciquismo impide que en el pueblo de Ribambo prospere la justicia social y la libertad hasta que el pueblo se alza contra su destino.
En 1984 publicará Lolita Pluma o el sueño de una ilusión, donde realidad, biografía y fantasía de la persona/personaje se entremezclan. Finalmente, la última obra perteneciente a este género fue Con las manos llenas de sol. Se escribió a finales de los setenta, pero no se publicó hasta 1989.
En la prensa diaria fueron apareciendo algunas de sus composiciones poéticas. Sin embargo, es en 1964 cuando publica su primer libro, Claridad doliente. Este poemario es una recopilación de composiciones juveniles en las que el poeta canta a su tierra, a su isla, a la esperanza, a la belleza, a la monotonía diaria del paso del tiempo.
Por los años setenta, en colaboración con Juan José Falcón Sanabria, surgió Poema Coral del Atlántico, letra inspirada en la serie pictórica creada por Néstor de la Torre.
Finalmente, en 1985 se publicó A la fiera amada y otros poemas, con un dibujo en la portada del polifacético francés Jean Cocteau. Este poemario se presentó en el Club Natación Metropole de Las Palmas. La parte más importante del libro es la que contiene el título lorquiano «A la oscura manera de la claridad lorquiana». Un conjunto de sonetos sobre el amor ausente y, por tanto, dolorido, donde se plasma la libertad del encuentro sexual, apasionado, con el otro ser desde el recuerdo amargo de un erotismo perdido que se anhela.
En su faceta de investigador de lo autóctono canario, su analítica mirada repasa desde personalidades de su pueblo natal, pasando por el folclore canario, hasta el estudio de las peculiaridades del habla canaria. En cuanto al habla canaria van apareciendo sus glosas a partir de 1974 en el Diario de Las Palmas, bajo el título «Decires canarios», que continuarán en El Eco de Canarias desde 1980, y a partir de 1983 en Canarias7. Estos textos analizan las singularidades de las expresiones canarias y serán recogidos en dos tomos en la década de los ochenta; concretamente, en 1982 se editará el primer tomo y a finales de 1989 verá la luz el segundo, ambos con el título común de Decires canarios. Esta misma inquietud por profundizar en el conocimiento del pueblo canario y de su historia le conmina a participar, entre otros actos, en la comisión promotora de la Asociación Patronato de Ansite, que queda constituida el 26 de marzo de 1979, entre cuyos vocales se encuentra nuestro escritor y cuyo presidente es Vicente Sánchez Araña. Con este interés indagará también sobre el origen del Carnaval en Gran Canaria, su desarrollo y sus características, dando como fruto un nuevo estudio titulado El carnaval de Gran Canaria. 1574-1988.
ENSAYO
—(1989), Decires canarios, T. II. Santa Cruz de Tenerife: Servicio de Publicaciones de la Consejería de la Presidencia. Gobierno de Canarias.
—(1988), El Carnaval de Gran Canaria. Las Palmas 1574-1988. Las Palmas de Gran Canaria: Caja Insular de Ahorros de Canarias.
—(1981), Decires canarios, T. I. Las Palmas de Gran Canaria: Mancomunidad de Cabildos.
—(1961), Tras la huella de una señora: labor de una testamentaria. Las Palmas de Gran Canaria: (s. n.).
—(1959), La villa de Agüimes y la Señora del Sur. Las Palmas de Gran Canaria: Imprenta Rexachs.
NOVELAS
—(1989), Con las manos llenas de sol. Agüimes: Gráficas Bordón.
—(1984), Lolita Pluma o el sueño de una ilusión. (s. l. : s. n.)
—(1977), Máscaras y tierra. Barcelona: G. P.
—(1975), Catalina Park. Barcelona: Plaza & Janés.
CUENTOS
—(1960), Sancocho. Las Palmas: Imprenta San Nicolás.
POESÍA
—(1985), A la fiera amada y otros poemas. Las Palmas de Gran Canaria: Club Natación Metropole y Real Club Victoria.
—(1974), Poema coral del Atlántico. Música de Juan J. Falcón Sanabria. Gran Canaria: Caja Insular de Ahorros de Gran Canaria.
—(1964), Claridad doliente. Las Palmas: Imprenta San Nicolás.
TEATRO
—(1997), Ansite, elegía viva. Gran Canaria: Premón.
—(1996), La promesa, fiesta en el pueblo. Las Palmas de Gran Canaria: Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas.
—(1994), Loa a Juan. Las Palmas de Gran Canaria: Asociación de Vecinos “Sta. Ana de Vegueta”
—(1987), Comedia del carnaval y de la buena fortuna: farsa en dos tiempos en prosa y verso. Las Palmas de Gran Canaria: Aula de Cultura de Establecimientos La Colmena.
—(1975), Teo juega al tenis con las galaxias. Madrid: Escelicer.
—(1974), El encuentro y Zarandajas. Madrid: Escelicer.
—(1972), La ventana. Madrid: Escelicer.
—(1971), Prometeo y los hippies: reportaje en dos tiempos. Las Palmas: Imprenta Arteara.
—(1970), Como en un sueño: reportaje bíblico en siete cuadros. Las Palmas de Gran Canaria: Imprenta Arteara.
—(1968), …Y llovió en Los Arbejales: tragicomedia en tres actos. Las Palmas de Gran Canaria: Caja Insular de Ahorros de Gran Canaria. Reediciones: (2000), La Laguna (Tenerife): Centro de la Cultura Popular Canaria; (2018), Tesis doctoral. Las Palmas de Gran Canaria: Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. https://accedacris.ulpgc.es/handle/10553/55863
—(1966a), Tierra de cuervos: tragedia en tres actos. Las Palmas: Imprenta San Nicolás.