Juana Fernández Ferraz

Por María Hernández-Ojeda

La escritora canaria Juana Fernández Ferraz (1834-1918) publicó en Costa Rica la novela El Espíritu del río (1913). Este texto constituye la primera recreación literaria de un suceso histórico que tuvo lugar en 1890: la fundación de la colonia anarquista Cecilia, establecida por el ingeniero italiano Giovanni Rossi en el Paraná, Brasil. Su novela, la única publicada por la autora, destaca por su atrevido mensaje político y su carácter pionero, al ser el primer discurso crítico feminista publicado en Costa Rica. A diferencia de sus reconocidos hermanos, los educadores Valeriano, Víctor y Juan Fernández Ferraz, Juana no aparece en los manuales y estudios histórico-literarios de ambas orillas.

Juana Fernández Ferraz nació en Santa Cruz de La Palma el 4 de junio de 1834 y falleció el 30 de noviembre de 1918 en Alajuela, Costa Rica. La Casa Felipe, situada en el centro del casco histórico de Santa Cruz de La Palma, era la vivienda de la familia Fernández Ferraz. En 1872, Juana y su esposo, el escribano público palmero Benito Salazar se trasladaron a Costa Rica, donde residían los hermanos de Juana, Valeriano, Juan y Víctor Fernández Ferraz, defensores del ideario educativo de la Institución Libre de Enseñanza y de ideología liberal krausista. Juana y Benito tuvieron cinco hijos: María Adoración Matilde (fallecida a los dieciséis meses en Santa Cruz de La Palma), Benito (fallecido a los tres años en La Palma), José María (asesinado en Costa Rica a los 28 años), María Adoración de los Reyes y Caridad María de los Dolores. Tras el fallecimiento de su esposo Benito en 1886, Juana creó una escuela de párvulos en Cartago en 1888 para poder mantener a su familia. Finalmente pasó a trabajar en las escuelas públicas de Cartago.

La familia Fernández Ferraz ha sido muy reconocida en Costa Rica. Valeriano y Juan tuvieron una gran influencia al renovar la educación secundaria en este país. Por otra parte, tanto Adoración como Caridad, hijas de Juana, han recibido reconocimiento público por su obra literaria. Caridad y Adoración escribieron varios textos narrativos y poéticos, como el célebre Un Robinson Tico: aventuras de un estudiante cartaginés, de Caridad Salazar. Juana Fernández Ferraz es la menos conocida de la familia, a pesar de haber escrito una obra pionera.

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